La pobreza es el principal obstáculo que afrontan los países de Europa y Asia central para erradicar el hambre en las zonas rurales de la región, dijo ayer en Rusia el director general de la FAO, José Graziano da Silva.
El representante inauguró ayer la 31a. Conferencia regional de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en la ciudad rusa de Vorónezh, a unos 500 kilómetros al sur de Moscú.
Un total de 43 de los 54 países de Europa y Asia central están representados en la reunión, a la que asisten 3 ministros y 14 viceministros y secretarios de Estado.
Da Silva destacó que, en los tres días que dura el encuentro, los participantes “buscarán respuestas sobre cómo promover sistemas alimentarios sostenibles, accesibles y saludables para todos, preservando los recursos naturales y la biodiversidad”. Entre 2014 y 2016, unos 14.3 millones de personas sufrían hambre en la región, la mitad de ellas en la Unión Europea (UE), según datos de la FAO.
Pese a los esfuerzos por reducir la inseguridad alimentaria, sigue siendo preocupante la situación en ciertas partes de Asia central, especialmente en las zonas rurales.
Da Silva también alertó del aumento de otras formas de malnutrición, como la obesidad en todos los países de la zona y de la vulnerabilidad de algunos frente al cambio climático, que está incrementando las pérdidas agrícolas y el impacto de plagas “a una velocidad nunca antes vista”.
Nuevas soluciones
El viceministro ruso de Agricultura, Evgeny Gromyko, coincidió en la importancia de buscar “nuevas soluciones” para lograr una agricultura más ecológica.
Apuntó que la industria agrícola en Rusia está empezando a usar las nuevas tecnologías de información y comunicación para preservar el medioambiente, recortar las emisiones de gases de efecto invernadero y gestionar los recursos naturales de modo sostenible. Gennady Shukin reclamó a los países “cambiar de paradigma y perseguir la soberanía alimentaria”.