No podemos poner en riesgo la integridad física de los jugadores”, expresó el árbitro Ever López como argumento para suspender anoche el juego entre Xelajú y Sanarate, la primera semifinal del Torneo Clausura 2018 de la Liga Nacional, por las torrenciales lluvias que azotaron la ciudad de Quetzaltenango.
Lo que parecía una total fiesta en el occidente del país se convirtió en desazón, debido a que la lluvia, que comenzó en esa zona alrededor de las 17:00, anegó la gramilla del Estadio Mario Camposeco.
En consenso con el cuerpo técnico y junta directiva de ambos equipos, y comisión arbitral, el juez determinó la suspensión del juego y se concertó que deberá solventarse hoy a partir de las 11:00 en el mismo recinto.
“El terreno de juego no está en condiciones para efectuar el juego”, manifestó López.
De su lado, el técnico de los superchivos, Walter Claverí, y el de los sanaratecos, Pablo Centrone, coincidieron en que “es la mejor decisión”, aunque eso implique un día menos para la recuperación de los futbolistas, ya que el cotejo de vuelta sigue pactado para el sábado a las 12:00 en el Estadio Municipal del representativo de El Progreso.
“Quienes deciden son los árbitros y Dios sabe por qué pasan estas cosas. Es algo que no está en las manos de nadie. Agradecemos a la afición que aguantó hasta el último momento”, expresó José Carlos García, portero del conjunto quetzalteco.
Según Alejandro Méndez, directivo del equipo lanudo, hoy se priorizará el ingreso de quienes presenten constancia del boleto, y las taquillas se abrirán a las 8:00.