El viceprimer ministro irlandés, el democristiano Simon Coveney, pidió hoy el “sí” y defendió en el Parlamento la reforma de la actual ley del aborto, cuyas restricciones, recordó, obligan a miles de mujeres a viajar cada año al Reino Unido para poner fin a sus embarazos.
Coveney pidió al electorado irlandés que vote “sí” al “cambio” en el referendo del 25 de mayo, que propone eliminar de la Constitución la “octava enmienda”, la cual garantiza de igual manera el derecho a la vida del “no nacido” y de la madre.
La ley, en vigor desde 2013, solo permite el aborto en circunstancias excepcionales, como cuando la vida de la madre corre peligro, que incluye la amenaza de suicidio, pero no contempla casos de incesto, violación o malformaciones del feto.
Según Coveney, “miles de mujeres en Irlanda” reciben cada año un “papel con una dirección” que les explica dónde pueden abortar en el Reino Unido, pero que, al mismo tiempo, les dice “Aquí no lo hagas, gracias”.
“No estoy dispuesto a permitirlo más, y por eso defiendo el “sí”, agregó el líder conservador, quien reveló que ha adoptado esta posición recientemente y que, aunque se declara profundamente católico y defensor de los valores familiares, entiende que es necesario proteger los derechos de las mujeres.
“El aborto es una realidad en este país, pero se ven obligadas a tomar decisiones, en mi opinión, sin contar con el apoyo del sistema de salud y de los médicos”, dijo Coveney respecto de la legislación vigente, que prevé penas de cárcel de hasta 14 años para las mujeres y los profesionales que facilitan un aborto.
El viceprimer ministro y titular también de Exteriores instó al electorado a que acuda a las urnas con una opinión formada a partir de “hechos contrastados”, sin dejarse influir por los “carteles” o las “historia de miedo” que cuentan los que “se oponen al cambio”.
Coveney hacía referencia así a algunos de los carteles que los defensores del “no” han usado durante la campaña, criticados desde varios ámbitos por la crudeza de sus mensajes y, sobre todo, de sus imágenes.
La Iglesia católica y grupos provida quieren mantener la “octava enmienda” para evitar que la nueva ley abra la puerta a los llamados “abortos a la carta” y a poner fin a embarazos de “no nacidos” con malformaciones físicas o psíquicas.
Aunque el Ejecutivo de Dublín, dirigido por el partido democristiano Fine Gael, no ha dado aún detalles, el Ministerio de Sanidad considera la posibilidad de permitir el aborto en todas las circunstancias durante las primeras doce semanas de embarazo y en casos excepcionales hasta las veinticuatro semanas.
Una encuesta publicada hoy por el diario Irish Times indica que el 44 % del electorado votará “sí”, frente al 32 % que apoya el “no”, mientras que un 17 % sigue indeciso.
*Con información de EFE.