Elías Antonio Saca se convirtió hoy en el segundo expresidente de la historia reciente de El Salvador en ser enviado a juicio por cargos de corrupción, por la supuesta malversación de no menos de 300 millones de dólares, por los que podría purgar hasta 25 años de prisión.
El juez Cuarto de Instrucción de San Salvador, Rigoberto Chicas, decidió enviar a juicio a Saca, quien gobernó el país entre 2004 y 2009, por los cargos de peculado y lavado de dinero y, además, mantuvo las medidas de prisión preventiva y embargo de bienes.
Es así como Saca se sumó al difunto expresidente Francisco Flores (1999-2004), quien en diciembre de 2015 fue enviado a juicio por el supuesto desvío y apropiación de 15 millones de dólares donados por Taiwán y quien falleció en enero de 2016.
“Tenemos que analizar y leer (la resolución) para ver qué elementos son objeto de apelación”, dijo Mario Machado, el abogado defensor de Saca, tras la lectura del texto.
Tania Pastor, una de las defensoras de tres de los procesados, señaló que preveían la resolución judicial, aunque esperaban un “análisis más profundo” por parte del juez, sin la interferencia de elementos “políticos y mediáticos”.
Antes de conocer la decisión judicial, Pastor acusó al fiscal general, Douglas Meléndez, de “intimidar” al juez, y apuntó que una resolución adversa habría puesto en peligro la posible reelección de este en el cargo.
“Nos da bastante temor que los jueces no tengan la objetividad y la independencia que por mandato constitucional deben de tener por esta intimidación que ejerce de forma directa el señor Fiscal General”, añadió.
Apelarán resolución por “flagrantes violaciones”
Pastor, quien aseguró que la defensa apelará la resolución por las “flagrantes violaciones al derecho de defensa de todos los imputados”, comentó que el juez dijo durante la audiencia que se inclinaba por el planteamiento de la Fiscalía, porque “le merecía mayor fe”.
Uno de los fiscales del caso, que pidió el anonimato por razones de seguridad, se mostró satisfecho con la resolución del juez instructor y detalló que Saca podría ser condenado hasta por 10 años por el cargo de peculado y 15 años por lavado de dinero.
Además de Saca, afrontarán el juicio sus exsecretarios Privado, de Comunicaciones y de Juventud, Elmer Charlaix, Julio Rank y César Funes, respectivamente, a los que se suman Pablo Gómez, Francisco Rodríguez Arteaga y Jorge Alberto Herrera.
La Fiscalía sostiene que Saca y los demás implicados operaban una estructura en el interior de la Presidencia que movió alrededor de 300 millones de dólares a 14 cuentas personales de los funcionarios Charlaix, Rodríguez y Gómez, de las que posteriormente retiraron al menos 116 millones de dólares “en efectivo”, de los que lavaron 6 millones.
Saca guarda prisión preventiva desde que fue detenido el día 30 de octubre de 2016, y también es procesado por supuestamente sobornar a una empleada judicial para obtener información de un tribunal en el que enfrenta una causa civil.
Saca y Flores llegaron al poder bajo la bandera de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), formación opositora que recibió, según la Fiscalía, más de 10 millones de dólares producto de ambas tramas de corrupción.
*Con información de ACAN-EFE.