El haberse clasificado para su primera Copa del Mundo no es casualidad para Islandia, nación situada al noroeste de Europa y con una población de 334 mil 252 habiantes: es el producto de procesos, aunque para los ojos del planeta es una peculiaridad, es el asombro de Rusia 2018.
Los vikingos sorprendieron en la Eurocopa 2016. Llegaron hasta los cuartos de final, en los que sucumbieron contra la anfitriona Francia.
En las eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010 apenas sumaron 5 puntos y fueron últimos de su sector; en el camino a Brasil 2014 llegaron al repechaje, el cual perdieron contra Croacia; sin embargo, en la contienda para Rusia 2018 terminaron como líder del Grupo I.
Pero ¿qué hizo Islandia? El Estado se encargó de plantear metodologías que hicieron progresar el balompié en su país y formó a técnicos, apoyados por el conocimiento del exfutbolista Siggi Eyjólfsson.
El mejor rédito fue el dentista Heimir Hallgrímsson, quien se involucró en 2011 como asistente del sueco Lars Lagerback, con quien consumó la gesta de la Euro 2016, y luego de la partida de Lagerback asumió el cargo y los clasificó para Rusia 2018.