La multimillonaria franquicia de Star Wars presentó hoy en Pasadena (California) Solo: A Star Wars Story, la segunda entrega de su universo derivado, esta vez con una inmersión en la juventud de Han Solo que permite conocer el origen del carácter complicado, canalla y pícaro del personaje.
“Antes del rodaje de la película fui a hablar con Harrison Ford, quería mostrarle mi respeto y tener su bendición”, explicó Alden Ehrenreich, el actor encargado de encarnar al joven Solo, que no duda en recrear con gran fidelidad algunos de los gestos y manierismos más reconocibles del célebre contrabandista.
La cinta, de estreno el día 25, arranca con un golpe que tratan de ejecutar Han y Qi’ra (Clarke), pero la pareja no logra culminar su escapada y se ven forzosamente separados. Años después, Han, tratando de mostrar su valía como piloto, volverá a reencontrarse con su amada, aunque la personalidad de la joven ha cambiado tras formar parte de una red de criminales.
En ese viaje, Han conocerá a su futuro copiloto, Chewbacca, y al cazarrecompensas Lando Calrissian, con quien forja una complicada amistad.
“Han es un personaje que siempre he amado”, reconoció Lawrence Kasdan.
“Es temerario, cínico, no confía en nadie y es un poco estúpido, algo que me encanta. Hace y dice cosas que no debería, pero es parte de su encanto. Y aquí le presentamos dentro de un grupo donde cada uno quiere algo en concreto”, señaló el guionista.
“Dentro de él hay un gran conflicto: sus ideales y sus deseos están en guerra permanentemente”, agregó.
*EFE