A sus 29 años de edad, Jesús García Pastor se interesó en aprender el “arte de la tipografía”, demostrando voluntad en ejercer la labor de fundición de plomo de las barras de las maquinas de los linotipos: “Me inicié como ayudante, posteriormente fui ayudante de linotipos y de todo el proceso que se requería para tener un trabajo final sin errores”, dice en una entrevista al Diario de Centro América en el marco del Día Nacional del Tipógrafo.
García Pastor, por su osadía, aptitud e interés en aprender de los grandes tipógrafos de los años 80, llegó a ser operario de una de las maquinas de linotipos.
“Poco a poco uno se vuelve maestro en la materia, aprendiendo cuantas clases o fuentes de letras existen para un tipógrafo”.
“Recuerdo que en 1991 ingresó la tecnología en la Tipografía Nacional, máquinas que facilitaron la labor de impresión y escritura”, rememoró este empleado de la Tipografía Nacional, que aún con los avances tecnológicos “las maquinas modernas siguen necesitando del ser humano para realizar los trabajos”.
Así, Garcia Pastor no olvida las anécdotas de la época y de cómo festejaban el Día Nacional del Tipógrafo en la institución referida.
“Sigamos haciendo letras”
“En mí vive la esencia de un tipógrafo, en mi corazón, y tengo muchos recuerdos todavía de lo que eran los linotipos”, expresó Pastor con nostalgia.
Como desde 1948, cada 13 de mayo en Guatemala se celebra el Día Nacional del Tipógrafo, conmemorando a los promotores de la imprenta en Guatemala, fray Payo Enríquez de Rivera y José de Pineda Ibarra, quienes en 1660 trajeron desde México la primera prensa al país.