El Día de la Madre es una fecha llena de mucho significado para nuestra sociedad, principalmente para aquellas mujeres que son madres y trabajadoras y que laboran para darle un pan a cada uno de sus hijos, y no importa el trabajo que desempeñen.
Ser madre significa que muchas veces tienen que trabajar todo el día para que sus hijos tengan algo de qué alimentarse, la profesión o el oficio que desempeñen es lo que las hace más dignas de convertirse en verdaderas actrices del cambio de una sociedad, donde juegan un papel vital para el desarrollo de una sociedad que les exige comportarse como verdaderas trabajadoras.
El papel de las madres es fundamental, pero está también el de las abuelitas-mamás, que se desempeñan en apoyo a sus hijas o hijos que tienen sus retoños y que ellas los ayudan a cuidar y a formar para hacerlos ciudadanos con dignidad y ejemplo de formar una nueva sociedad, lo cual es vital para una sociedad que cada día exige más.
Las madres solteras trabajadoras, más admirables, aún capaces de transformar con su trabajo una sociedad que las convierte en papel fundamental dentro de una sociedad que por muchos motivos no tienen una pareja que les ayude a criar a sus hijos y, sobre todo, a darles para un plato de comida, que hoy en día se vuelve difícil de conseguir.
Las madres que laboran como empleadas domésticas, que en un hogar se desempeñan como apoyo a muchas familias que no tienen tiempo para atender sus hogares por el trajín que la actual sociedad exige, merecen también un punto importante dentro de nuestra sociedad, porque nadie valora el trabajo doméstico que tanto abunda en nuestros hogares.
Admiro mucho a las madres que se desenvuelven como vendedoras, principalmente en los mercados de las diferentes colonias, que vendiendo sus productos mantienen a sus retoños y, a la vez, los crían y les enseñan que deben esforzarse por salir adelante y no ser una carga para la sociedad en que se desenvuelven.
Felicidades a todas las mamás de Guatemala, a todas aquellas que a pesar de los años todavía laboran en diferentes lugares del país.
Un saludo especialmente a mi madre, que tiene más de 70 años y sigue trabajando; ella dice que por su salud, pero la admiro mucho porque nos enseñó a luchar y trabajar por nuestros sueños. A ti querida madrecita, y a todas un abrazo a la distancia y mi respeto para todas ustedes.