El presidente ruso, Vladímir Putin, encomendó al Gobierno la tarea de que Rusia, país sometido a sanciones y afectado por la caída de los precios de los hidrocarburos, se convierta para 2024 en una de las 5 primeras economías del mundo.
Para ello, el Ejecutivo debe garantizar “ritmos de crecimiento mayores que la media mundial”, al tiempo de que mantiene “la estabilidad macroeconómica”.
Nada más ser investido en el cargo para otros seis años, en una ceremonia en el Kremlin, Putin firmó una serie de decretos con objetivos estratégicos para el desarrollo económico del país durante el próximo sexenio. El Gobierno debe también construir 120 millones de metros cuadrados al año, ya que la escasez de vivienda es uno de los males crónicos de este país. • EFE.