La Asamblea del Futbol aceptó este martes, en sesión extraordinaria, la renuncia del Comité Ejecutivo y del Organismo Disciplinario de la Federación Nacional de Futbol (Fedefut), según fuera solicitado por la FIFA como condición para levantar la sanción que pesa sobre el balompié nacional.
Sin embargo, Max Solórzano, secretario general administrativo de la Fedefut, expresó su inquietud al verse desamparado al no existir una cabeza al frente de la institución y solicitó que se tomara una decisión para nombrar un Comité Ejecutivo temporal, que pueda tomar decisiones y hacerse cargo de pagos administrativos.
Selvyn Ponciano, representante del Club Municipal, estuvo en contra de esto, pues anticipó que se incurriría en una ilegalidad si se alteraba el orden de la agenda, que incluso fue modificada respecto de la que se envió vía electrónica, lo cual causó la sospecha en el gerente escarlata.
Asambleístas representantes de Comunicaciones, la Liga Femenina de Futbol y el Deportivo Marquense, apoyaron la moción de Ponciano y se solicitó dar por concluida la sesión para evitar un daño mayor al futbol guatemalteco.
Solórzano se retiró evidentemente molesto y evitó dar declaraciones a los medios que le pedían una explicación de su accionar.