Grahak Cunningham es un atleta australiano de medio tiempo. Se dedica a la visita médica, pero ha adoptado en su filosofía la meditación como parte de sus entrenamientos, lo cual le ha ayudado a conseguir resultados importantes en el ámbito deportivo de la ultradistancia.
Cunningham ha corrido en distintas oportunidades la que se conoce como la carrera más larga del planeta, 3 mil 100 millas (4 mil 960 kilómetros) en Queens, Nueva York, durante 51 días, de 6:00 a medianoche.
Algo que hace más complicada la tarea es que los atletas corren, alrededor de una escuela, una distancia de 883 metros para completar aproximadamente 96 kilómetros por día, y así alcanzar el cometido: 5 mil 649 vueltas al recinto durante el tiempo de la prueba.
Sus inicios
“El atleta Sri Chinmoy me introdujo en la meditación en los deportes cuando tenía 16 años y me enseñó cómo mezclar ambas actividades; porque te puedes quedar solo sentado y estar contigo mismo, pero también puede haber dinamismo en la meditación. Hay mucha energía, te mantiene enfocado y concentrado. Asimismo, me gusta el deporte por diversión y por crecimiento personal”, refirió el originario de Perth, en el oeste australiano.
Grahak, que es el nombre que adoptó después de entrar al mundo de la meditación, y que traducido del sánscrito significa entusiasmo, está en nuestro país para impartir una serie de charlas motivacionales a personas de todas las edades dispuestas a hacer un cambio en su vida.
Sacar lo negativo
“Al principio, lo más difícil es separar lo negativo que tu voz interior te dice, pero debemos dividir nuestro organismo en partes: una es tu mente, la otra es tu corazón, y finalmente está tu cuerpo. Una vez lo has practicado, los ruidos que genera la mente pueden diluirse con un corazón en paz, creando alegría, amor y bondad. Cuando logras tener acceso a todo esto, los pensamientos se vuelven positivos y estás en armonía con tu ser”, explicó el gurú.
“Espero que los guatemaltecos aprecien la idea de que pueden hacer lo que se propongan si lo intentan y combinan el estilo de vida espiritual con los deportes o su rutina diaria, y podrán encontrarse al final con una mejor versión de cada uno, y espero inspirarlos a conseguirlo”, refirió sobre su presencia en el país.
“El lado mental de los deportes es más importante; personalmente, me entreno bastante para mis competencias, me preparo corriendo unos 320 kilómetros a la semana desde unos dos meses antes. Pero cuando estás en una prueba tan exigente ves cómo tu físico se deteriora al principio, te cansas, no puedes digerir la comida y te duele todo, pero sigues corriendo lo mejor que puedes, y entonces solo queda tu determinación y te fortaleces para concluir tu propósito”, resaltó.
“Yo practico la meditación todos los días, pero cuando aprendes a hacerlo es mejor si lo haces en tu casa, en un lugar privado. Eso te ayuda a concentrarte mejor, y luego lo aplicas cuando haces deporte, porque si sabes enfocarte también lo puedes hacer en cualquier situación activa, como los pilotos de Fórmula 1: van a grandes velocidades y van muy concentrados, el balance es rítmico y mántrico, y posiblemente meditan sin siquiera saberlo”, añadió.