Por: Douglas Abadía C.
Continuando con el análisis de la burocracia, podemos decir que es también una clase social contratada por el Estado para servirle, la cual asume dos estratos, La Alta Burocracia: constituida por los dirigentes políticos del Estado, incluidos los técnicos, los asesores y los especialistas. Ya sea que los dirigentes asuman el poder por la vía del voto o por otros medios, la clase burocrática la constituyen los presidentes o primeros ministros, según el sistema político; los secretarios del despacho o ministros de los diferentes ramos de la administración pública; los titulares de las entidades paraestatales, entre otros. No solamente los empleados por el Estado son la burocracia, pues también lo son los dirigentes de los partidos políticos y de los organismos que los constituyen: sindicatos, iglesias y otras agrupaciones.
La Baja Burocracia: constituida por la empleomanía que en Guatemala se puede observar cada cuatro años, contratada no por el voto popular, sino por la designación del superior, a veces en razón de las relaciones de afinidad o intereses de grupo. Aquí es donde debería haber un cambio, ya que debería ser requisito una formación profesional rigurosa. Weber plantea algunos tipos básicos de comportamiento burocrático: la burocracia fingida, donde las normas son exógenas. La burocracia representativa, donde las reglas son dictadas por especialistas cuya autoridad es aceptada por todos. La burocracia punitiva, donde las reglas son impuestas por las presiones de la propia administración o de los empleados. Los castigos por incumplimiento son severamente castigados.