El hasta ahora director de la CIA, Mike Pompeo, logró ayer la confirmación del Senado estadounidense como nuevo secretario de Estado, pero con uno de los apoyos más escasos en la historia del cargo.
Mayoría demócrata
Con 57 votos a favor y 42 en contra, su resultado es el segundo peor que ha obtenido en el último medio siglo un candidato a la jefatura diplomática, un récord que ostenta su predecesor, Rex Tillerson, quien fue confirmado en febrero de 2017 con 56-43.
Pompeo, un ultraconservador con fama de “halcón”, pasa de dirigir los servicios de inteligencia a liderar la política exterior del presidente Donald Trump, tras el despido, en marzo, de Tillerson.
Durante su año y tres meses como jefe de la CIA, ha probado su lealtad y sintonía con el mandatario, quien ha llegado a decir de él que siempre están “en la misma onda”. Pero esa cercanía con Trump le ha pasado factura en su proceso de confirmación en el Senado: estuvo a punto de ser el primer nominado a secretario de Estado rechazado por el Comité de Exteriores, y el pleno de la Cámara lo avaló hoy por un margen escaso.
EFE