Somos un pueblo amante de la justicia, tolerante y defensor de la paz.
Ha quedado demostrado categóricamente que seguimos siendo un pueblo respetuoso, al acudir a las urnas para manifestar nuestra voluntad. La reciente consulta popular sobre el diferendo limítrofe entre Belice y Guatemala. Seguimos mostrando de cara al Sol, que somos un pueblo amante de la justicia, tolerante y defensor de la paz social, que utilizamos todos los mecanismos civilizados para promover soluciones inmediatas a problemas que nos afligen. El 96 % de los que acudimos el pasado domingo 15 de abril a las urnas, para manifestar nuestro apoyo al SÍ, fue una actitud honesta, honrada y digna, que da una clara respuesta de apoyo a todas aquellas iniciativas nacionales e internacionales a efecto de establecer una frontera entre el territorio de Belice y Guatemala, que beneficia a nuestros pueblos a largo plazo, puesto que de nada sirve seguir siendo vecinos, promover al autodeterminación de los pueblos, sino, apoyamos legalmente las soluciones problemáticas de convivencia pacífica. Si el pueblo beliceño, hace su propia consulta y también gana el SÍ, las inversiones nacionales e internacionales, vendrán como aguacero y, el desarrollo de ambos países tendrán la oportunidad de crecer enormemente. Se debe ver, pienso, como un acto de gran nobleza nuestra, cansados de tanto pleito interno que nos sigue destrozando lo poco que nos queda; lesiona grandemente nuestra dignidad y soberanía auténtica. El tribunal de justicia de la Haya, en Holanda, podrá tener, si esto se da, como muestra de respeto, el gran escenario para que en pocos años pueda dictaminar y ayudar así, a favorecen el bien común de malos pueblos, sin etiquetar maliciosamente las políticas encontradas, que casi siempre, piensan en soluciones guerreristas, las que han demostrado a lo largo de la historia mundial, que estas no logran ni la paz social ni el desarrollo integral de la humanidad.