Por: Werner González, Asesor Comunicación Social Mides
Llevar a cabo una consulta popular como requisito fundamental de solución al diferendo territorial Belice-Guatemala, nace de un acuerdo compromisorio, firmado en 2008, en presencia garante de la OEA; y modificado en 2015, para confirmar su realización. Ratificando, la disposición de ir a la Corte Internacional de Justicia para la solución del diferendo territorial. En virtud de ello, un Sí en Guatemala, como ocurrió el pasado domingo, favorece también a Belice, ya que revitaliza el principio internacional de jurisprudencia: Pacta Sunt Servanda, permitiendo poner dentro del marco del cumplimiento de los tratados, el respeto al fomento de la confianza.
Lo trascendental de este acuerdo es haber llegado después de 160 años de lucha y controversias desde el tratado Aycinena-Wyke de 1859; a una alianza bajo entera concordia entre las partes. Son alentadores los comentarios del canciller Wilfred Elrington en el marco de la Cumbre de las Américas, acerca de los avances del proceso de consulta popular en Belice. Y del embajador, Alexis Rosada, que da cuenta de la buena disposición del Gobierno beliceño de llevar a la población a una consulta popular.
Exhorto, que continuemos promoviendo el argumento del fomento de la confianza, respecto que el hermano pueblo beliceño sabrá actuar, durante el proceso de su consulta popular.