Los guatemaltecos decidieron ayer que el caso del diferendo territorial con Belice sea sometido a la Corte Internacional de Justicia (CIJ). El camino que sigue después de la consulta popular es explicado por Rafael Salazar, asesor de la Unidad de Soberanía y Dominio, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
¿Qué refleja la respuesta del pueblo en las urnas?
Con el triunfo del sí, el pueblo autoriza que el caso sea presentado a la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, Holanda, adonde será llevada una notificación del referendo y los resultados. Además, Guatemala muestra al mundo que resuelve sus diferencias de forma pacífica.
¿Cuál es el siguiente paso?
Cuando Belice cumpla con el mismo procedimiento, ambas partes tienen hasta 12 meses para que presenten sus argumentos: la demanda en el caso de Guatemala, y la contrademanda por parte del pueblo vecino.
El compromiso del referendo está pactado en el Acuerdo Especial que ambas partes firmaron en 2008…
Claro. Y el procedimiento se da porque ni Guatemala ni Belice son signatarios del instrumento de la CIJ, y con las consultas se acepta que ese órgano conozca el caso.
¿Qué documentación deberá presentar Guatemala?
Se ha trabajado durante más de 20 años en la recopilación de documentos, instrumentos jurídicos, títulos, y otros, como respaldo, porque a la Corte vamos a reclamar los derechos de Guatemala, tal como dice la pregunta que conocieron los ciudadanos, la misma que responderán los beliceños.
¿Cada parte tendrá abogados?
Sí. Tendremos un equipo de abogados especialistas litigantes en la CIJ, bufetes y profesionales especializados y reconocidos por la Corte, porque no puede llegar cualquiera a presentar un caso a este órgano. Guatemala tendrá, además, un agente que coordinará al equipo de especialistas, compuesto tanto por abogados en derecho internacional, derecho del mar, como también por topógrafos, antropólogos e historiadores. Será un equipo que suministre toda la información y las pruebas que el bufete internacional que nos representará requiera para poder llevar el caso y obtener una resolución favorable.
De haber ganado el no, ¿cuál habría sido el camino?
Con una respuesta del no en la consulta popular se habría perdido una oportunidad, esfuerzos y recursos, y el camino sería continuar trabajando con base en el artículo 19 transitorio de la Constitución, que no tiene caducidad y que faculta al Organismo Ejecutivo a realizar las gestiones para resolver los intereses del país sobre Belice.
¿Significa un proceso más largo?
Claro. Se alarga en el tiempo, ya sea llevando a cabo otra consulta, o por otro mecanismo, como una reforma constitucional al artículo transitorio que mencioné, y eso sabemos que es difícil. Habría que volver a trabajar, informar en una campaña e invertir recursos.
Si las respuestas son diferentes en los referendos de Belice y Guatemala, ¿cuál es el camino?
Con la respuesta del sí en Guatemala, la reacción lógica y natural de la comunidad internacional será su beneplácito a la decisión del país en solventar el diferendo en La Haya. Con este panorama, Belice recibirá la presión externa para que cumpla con su compromiso.