La empresa guatemalteca Ecofiltro invirtió más de Q4 millones en la ampliación de su planta de producción, ubicada en Ciudad Vieja, Sacatepéquez, para incrementar la fabricación de filtros de 10 mil a 20 mil unidades al mes y cubrir la demanda de Centroamérica y México.
La tecnología de este invento, que fue creado por José Fernando Mazariegos en 1980, se ha replicado en 39 países, mediante 59 fábricas, y en Guatemala ha logrado ventas por arriba de las 350 mil unidades desde 2010.
“Este año esperamos producir 125 mil unidades, y en 2019 la cifra se elevaría a 200 mil. Por eso quisimos anticiparnos y realizar esta ampliación, que nos permitirá suplir la demanda del mercado”, manifestó Philip Wilson, director ejecutivo de la compañía.
Nuevos mercados
Ecofiltro ingresó el año pasado en México, con 3 mil 500 unidades. La expectativa es que en 3 años se construya una fábrica en ese país. A su vez, incursionará en Panamá a principios de julio, y hace 2 meses lo hizo en Ecuador.
La venta de filtros se ha convertido en una fuente de empleo para artesanos de Rabinal, Baja Verapaz, y Antigua Guatemala, Sacatepéquez, que elaboran las cubetas de barro purificadoras.
“El año pasado se generaron 38 empleos, y con la ampliación, el número de puestos de trabajo aumentó a 84 en 2018. También buscamos ligar a 250 microempresarios a este negocio, para alcanzar a más personas”, dijo Wilson.
Invención
“Cuando desarrollé este proyecto nunca imaginé que llegaría a Camboya, Ghana, Uganda y Kenia, entre otros países. Pero sí tenía claro que este producto, práctico y económico, contribuiría a potabilizar el agua, y a salvar vidas”, expresó Mazariegos.
En la actualidad, este químico- farmacéutico está en el proceso de investigación y desarrollo para crear discos purificadores. Se estima que una familia que utiliza un filtro ahorra US $192 al año.