El ministro israelí de Defensa, Avigdor Lieberman, y el jefe del Estado Mayor, Gadi Eisenkot, celebraron ayer una reunión de seguridad, en previsión de los “disturbios violentos” que se esperan hoy en la frontera por las protestas palestinas convocadas en Gaza.
Según un comunicado del Departamento de Defensa israelí, “el ministro ha decidido seguir con la misma política de defensa de la territorialidad de Israel y sus ciudadanos”.
Las fuerzas armadas indican que las protestas están orquestadas por el grupo islamista Hamás, que controla el enclave y se considera terrorista, y declaran tener un contundente dispositivo preparado, incluidos tiradores en posiciones estratégicas.
“Hamás y su brazo armado hacen todo lo que pueden para que las manifestaciones sean violentas”, declaró hoy en rueda de prensa el portavoz del Ejército israelí, Ronen Manelis, quien cree que el movimiento islamista quiere convertir “la frontera en un lugar violento, en zona bélica”.
Para el Ejército, el objetivo de Hamás desde las protestas del viernes “es atraer a muchos civiles y llevar a cabo una acción terrorista para romper la valla, cruzar y dañar a nuestros soldados”.
Ante los acontecimientos de mañana, el Ejército afirma que se prepara para “evitar actividades terroristas” e intentos de “entrada masiva a territorio israelí”. EFE