Todos los años, en los días previos a la celebración de la Semana Santa, cada hermandad de fieles o cofradías de toda España pide al Gobierno el indulto de un preso, una tradición que se remonta al siglo XVIII y que en los últimos años ha visto cómo se reducía el número de solicitudes aprobadas.
Este año solo 5 de los reos propuestos por las cofradías recibieron la aprobación del Ejecutivo español, la cifra más baja de las últimas décadas, si se compara con los 15 indultos otorgados en 2008, o los 21 que se alcanzaron en 2013 y 2014.
Desde entonces, la cifra se ha ido reduciendo (11 en 2015, 13 en 2016 y 7 en 2017), hasta llegar a los 5 de este año.
De las 10 mil cofradías existentes en España -aunque no todas ellas solicitan siempre indultos-, solo la de Nuestro Padre de Jesús El Rico, en Málaga (sur), tiene el récord de haber conseguido esta medida de gracia para sus presos propuestos de manera ininterrumpida durante más de 75 años, incluido el actual.
La tradición sitúa en ella la normalización de los perdones institucionales durante la Semana Santa, gracias a una orden dictada por el rey Carlos III, quien decidió conceder a la hermandad malagueña el derecho a indultar a un preso cada año, tras la epidemia de peste que sufrió esa ciudad en 1759.
Las circunstancias especiales obligaron a suspender los actos religiosos, por lo que los presos se amotinaron y lograron escapar para sacar la imagen de Jesús El Rico a la calle, tras lo que regresaron a sus celdas. Días después, según la leyenda, la peste remitió.
Lo que comenzó siendo una tradición en Málaga se extendió posteriormente al resto de España y, aunque el proceso para acceder a los indultos ha cambiado sigue siendo el rey el encargado de otorgarlos.
Previamente, los nombres de los reos propuestos por las cofradías son estudiados por el Consejo de Ministros que remiten la lista final a Ministerio de Justicia. Es finalmente este organismo quien propone el reo elegido al rey. EFE