Un total de 17 Estados miembros de la Unión Europea (UE) han decidido hasta ayer expulsar a 56 diplomáticos rusos, una acción coordinada que se suma a la respuesta internacional al envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury, sur de Inglaterra, el pasado día 4.
Esta reacción es una “consecuencia directa de las discusiones del Consejo la pasada semana sobre el ataque de Salisbury” y no excluye “medidas adicionales, incluidas más expulsiones, en los próximos días o semanas”, anunció el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en Twitter.
Tusk recordó que el jueves los líderes de la UE, reunidos en una cumbre, expresaron su apoyo al Reino Unido, que la semana pasada ya expulsó a 23 diplomáticos rusos, medida que fue replicada en los mismos términos por Moscú, al señalar que es “altamente probable” que Rusia sea responsable del ataque y que “no hay otra explicación plausible” para este.
El pasado día 4, Skripal y su hija fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial de Salisbury y se encuentran desde entonces en estado crítico. A los 23 diplomáticos rusos que ya expulsó el Reino Unido se les sumaron hoy Francia (4), Polonia (4), Alemania (4), República Checa (3), Lituania (3), Dinamarca (2), Italia (2), Holanda (2), España (2) Finlandia (1), Hungría (1), Rumanía (1), Letonia (1), Estonia (1), Croacia (1) y Suecia (1).