Escrito por: Jorge Ernesto Fingado
Aplicando medidas y sanciones drásticas a los infractores de la Ley.
La coordinación de las autoridades encargadas de vigilar el tránsito de vehículos en las carreteras y avenidas y de ciudades muy pobladas es vital en estos momentos, para mejorar los controles del tránsito vehicular aplicando medidas y sanciones drásticas a los infractores de la ley de tránsito y sus reglamentos. Es oportuno hacer un esfuerzo por crear de inmediato la policía motorizada de tránsito e instalarla en puntos estratégicos, a efecto de tener reacciones rápidas en contra de aquellos pilotos que abusan constantemente de las vías terrestres, que no solo están en mal estado, sino que tampoco están pintadas como debe ser.
El tramo de la carretera Interamericana de Chimaltenango y San Miguel El Tejar se mantiene altamente congestionado, se pasan de carril a cada rato, sin importarles en lo absoluto la violación directa y peligrosa de tránsito, ante la mirada de agentes de la PNC, Provial, PMT, bomberos locales, y otros, salvo en ocasiones en que instalan retenes de varias formas, que obligan a tomar buenas precauciones, pero de ahí, Dios te salve. Reconozco el esfuerzo agotador de Provial, PNC, bomberos y PMT, pero también los carriles no están bien pintados y las señales de tránsito apenas si se distinguen, principalmente en el cruce de poblados; y aun dentro de las ciudades, las calles y avenidas están saturadas de ventas fuera de locales, y el congestionamiento es permanente evidente.
Entre las ideas que divulgamos están: control estricto de carriles, rebase por la izquierda, respeto a señales peatonales, arreglo de calles y avenidas, señalización visible y colocación de agentes de tránsito, de manera que todo aquel que viole los estacionamientos autorizados sea multado inmediatamente y a los reincidentes se les recoja la licencia de manejar. Lo mismo debe sancionarse a aquellos comerciantes fijos u ocasionales que abarcan las banquetas o tramo de la calle para colocar sus ventas.
Si se tienen que reformar las leyes actuales, pues hay que hacerlo de inmediato y de forma integral, sin violar las garantías de libre locomoción o de manifestación pública, pues luego salen con la cantaleta de violaciones constitucionales, cuando en realidad no es así, sino que, en afán de seguir siendo protegidos por grupos sociales interesados en fomentar el desorden, acuden a muchas argucias para tapar calles y avenidas para eventos públicos de todo tipo o de farándula, fiesta ocasional o cualquier “desmadre” que se les ocurra a los irresponsables. Ya es tiempo de establecer y aplicar el orden legal y constitucional, para bien de todos.