La sexta edición de la Maratón de Belén congregó hoy a miles de corredores palestinos e internacionales, en un ambiente festivo y reivindicativo, que pretende poner de relieve las restricciones de movimiento en Palestina.
En la Plaza del Pesebre, junto a la Basílica de la Natividad, se entonó la cuenta atrás, en árabe y en inglés, del comienzo de esta carrera anual que pasa por el muro de separación israelí, atraviesa el campo de refugiados de Aida y recorre emplazamientos emblemáticos de la localidad.
“Vengo todos los años y estoy aquí para romper las barreras que tenemos los palestinos. No tenemos libertad para hacer lo que queremos; pero también estoy aquí para apoyar el deporte y animar a todo el mundo a unirse”, declaró a Efe Muhsen Alhomouz, originario de Belén, durante una calurosa jornada que alcanzó los 30 grados centígrados.
La prueba deportiva, conocida como “Libertad de Movimiento-Maratón de Palestina”, nació por iniciativa de una ONG para reivindicar el derecho a la movilidad de los palestinos y, después de su continúo éxito de convocatoria, el Comité Olímpico Palestino lo patrocina desde el año pasado.
El ambiente festivo transformó hoy la Plaza del Pesebre, punto de salida y meta, donde música, banderas palestinas, carteles con la palabra “Justicia” y globos de colores acompañaron a los participantes que podían optar por varias categorías: los 42 kilómetros de maratón, media maratón, 10 kilómetros y una carrera familiar de 5 kilómetros.
Participaron alrededor de 7 mil personas de todas las edades.