*Por Alejandro Alonzo / El Comicbuquero
Una de las cosas que todo superhéroe de los cómics necesita es una identidad secreta. Cualquiera que salga a la calle a combatir el crimen así nomás se arriesga a sufrir terribles represalias de criminales encolerizados, razón por la cual la mayoría de héroes no sale sin antes cubrirse la cara.
Precisamente por esto, a los lectores de cómic les llama tanto la atención el caso de Superman, quien combate el crimen con el rostro totalmente descubierto, pero se disfraza cuando se convierte en el civil Clark Kent. Y lo más impresionante es que a pesar de que su disfraz pareciera consistir apenas en un par de anteojos, nadie conoce su verdadera identidad. ¿Cómo es que la gente no se ha dado cuenta de la verdad?
De entrada, es posible que la gente del mundo de Superman no considere tan siquiera la posibilidad de que el héroe tenga una identidad secreta. Gracias a los reportajes de Luisa Lane, la mayoría de la población sabe que su nombre verdadero es Kal-El, que viene del planeta Krypton y que su fisionomía alienígena le permite tener infinidad de poderes sobrehumanos. ¿Para qué necesita alguien así esconderse? Lo más lógico es pensar que las veces que no se le ve, se encuentra ayudando a la humanidad en alguna otra parte del globo.
Por otro lado, la identidad de Clark Kent es demasiado consistente para considerarla un disfraz. Es un reconocido autor y periodista que escribe para el famoso diario metropolitano El Planeta (Daily Planet). Nacido de una pareja de granjeros en Villachica (Smallville), su trayectoria profesional es envidiable, y lo ha llevado a todas las esquinas del mundo para producir reportajes que le han ganado premios Pulitzer. Esa agenda tan repleta hace casi impensable que pudiera tener tiempo para combatir el crimen.
Además, se les ha visto juntos en repetidas ocasiones. Por supuesto, el público no está al tanto de que en esas oportunidades ha sido Batman o algún héroe cambiaformas, como El Detective Marciano, quien ha sustituido a Superman o a Kent.
Pero, la razón principal por la que las personas no sospechan es porque Superman es un excelente actor, y ha pasado décadas utilizando el lenguaje corporal para presentar una imagen torpe y frágil cuando se encuentra de civil. De esta forma, Clark Kent siempre camina encorvado, es cegatón, tiene una voz aguda, habla titubeante, se ve fuera de línea, se quema la boca con café tibio, se tropieza con sus propios pies, y no es capaz de levantar una guía telefónica sin lastimarse la espalda. Alguien así, ¿cómo podría ser Superman?