Desde Coco hasta Guillermo del Toro, pasando por Una mujer fantástica, el cine latinoamericano ha conseguido romper fronteras y “llegar a jugar en primera división”, tal y como destaca a EFE el cineasta español José Sánchez-Montes.
El director andaluz, comprometido con el cine del sur a través del Festival Cines del Sur de Granada (España), considera que “ahora hay gran cantidad de películas latinoamericanas que están pegando muy fuerte”, motivo por el que “se estrenan en España”.
Sánchez-Montes se declara cineasta y feminista, pero lo cierto es que los adjetivos se agotan para este incansable artista: productor, director, asesor, profesor y organizador de festivales.
Tras el reciente éxito de películas mexicanas, Sánchez-Montes también resalta los filmes “ecuatorianos, venezolanos o argentinos”, entre otros, “dentro de las dificultades que el cine en sí tiene para subsistir”. Ya lleva siete años impartiendo talleres en Latinoamérica y el mundo árabe, y aunque no tiene una fórmula mágica, considera que “la autocrítica, la pasión por lo que uno hace y las ganas de comunicar” son “clave” para el cine.
Con motivo de la presentación de su documental Omega en Bolivia, dentro del 30 aniversario del ciclo de cine español del Centro Cultural de España en Bolivia, el cineasta ofrece tutorías y charlas a alumnos de cine en La Paz durante esta semana. Sánchez-Montes se sorprende, y se alegra, de que un ciclo de cine español cumpla ya 30 años en Bolivia y de que muestre grandes obras de directores como Luis García Berlanga o Luis Buñuel.
“Me parece que no hay nada más internacional que la cultura; es lo que nos hace a todos sentir una realidad. Todos queremos igual, lloramos igual, sufrimos igual, y eso lo lleva el arte“, sentencia. A un día de la huelga feminista con motivo del Día Internacional de la Mujer, Sánchez-Montes denuncia: “Hay una discriminación evidente en la vida cotidiana, y desde luego en esta profesión, respecto de las mujeres”.
El director expone que “legalmente están los medios para que haya una igualdad absoluta”, pero que existe “una inercia que hay que romper” para que las mujeres puedan desarrollar su talento.
Además, anima a las mujeres a crear empresas de producción, no solo a destacar en temas creativos, ya que “ahí es donde está el dinero” y el dinero “es tener el control”.
Respecto de las ventajas de las tecnologías, el cineasta destaca que “son un arma de doble filo”, ya que por un lado se ha “democratizado la posibilidad de hacer cine”, pero en su defecto ahora “cualquiera puede hacer cine”.
“Se están utilizando medios muy baratos, que no pasaba cuando yo empezaba, hace 34 años, pero eso hace que haya demasiada gente sin conocimientos suficientes que se está considerando cineasta”, apunta.
No obstante, el director reconoce que “el cine español se está abriendo un nuevo camino” y que ahora el público sí ve cine nacional.
“Cuando las películas son buenas, vuelan altísimo. Eso ha hecho que muchos países latinoamericanos hayan visto mucho más películas españolas”, asevera.
La pasión por su tierra y el flamenco es un tema recurrente en varios de sus proyectos, tanto en Omega como en Tiempo de leyenda, que cuentan historias de los cantaores andaluces Enrique Morente y Camarón de la Isla, respectivamente.
Omega versa sobre el revolucionario disco del mismo nombre con el que Morente y el grupo Lagartija Nick, granadinos como Sánchez-Montes, pusieron música a poemas del escritor andaluz Federico García Loca y adaptaron al español temas del cantautor canadiense Leonard Cohen, con gran impacto en la música de la década de 1990.
“Siempre he tratado de fijarme mucho en Andalucía porque me es cercana, porque creo que cada pueblo tiene que contar su historia, que no solo sean los de fuera los que vengan a contarla”, relata.
José Sánchez-Montes lleva toda una vida dedicada al séptimo arte, a contar historias cinematográficas con un quejío flamenco particular que lo ha llevado a lo más alto del cine español. EFE