Los seres humanos como parte de una sociedad podemos aportar soluciones a las problemáticas que día con día surgen en el desarrollo de las actividades que realizamos, pero no estamos exentos de caer en ciertos actos que llegan a considerarse conflictivos, violentos y capaces de provocar más acciones que no podemos parar y, sobre todo, somos incapaces de brindar las posibles soluciones para no caer en actos repetitivos que desencadenan muchas veces que llegan a desangrar nuestra sociedad.
Pero el conflicto, que la Real Academia Española, define como lucha, enfrentamiento, confrontación, se tiene que ver como un espacio que genera nuevas oportunidades de cambios en la sociedad y en forma individual. Es decir no es un llamado a la violencia o agitación que se generan cambios, sino tratar de solucionar y llegar a consensos generales para tener nuevas opciones y darle un giro de ciento ochenta grados a los errores que se cometen.
Los seres humanos siempre vivimos de cerca los flagelos de conflicto y violencia, carecemos de una herramienta importante para evitar caer en un conflicto sin oportunidades de cambio, la buena comunicación si tomamos en cuenta que esta se define como trato entre las personas, es decir muchas veces confrontamos sin conocer una situación previa y sin utilizar el recurso mencionado para solventar los problemas que nos aquejan.
Además, de forma individual los seres humanos estamos cargados de conflictos, y más cuando se aproximan cambios personales a nuestras vidas, no queremos dejar una cómoda posición a que nos han acostumbrado, por el hecho mismo de que nos sentimos protegidos y creemos que es el único espacio que nos corresponde por el hecho de no aportar verdaderas soluciones para mi persona y para los demás. Se podrá hablar que somos fruto de nuestra propia historia personal de conflictos, y si no generamos oportunidades y soluciones nos quedamos atrapados en un espacio del cual nunca saldremos.
Según la definición que proporciona la RAE, la violencia es el acto de utilizar la fuerza y la intimidación para conseguir algo, acaso como guatemaltecos hemos caído en estos conflictos individuales y eso no genera que los conflictos sociales se puedan resolver y nos provocan males sociales que como sociedad no nos convierte en espacio de oportunidades para un verdadero cambio que a gritos deseamos los que si queremos o aportamos algo en nuestros lugares de convivencia diaria. Juan pablo II afirmaba: “La violencia jamás resuelve los conflictos, ni siquiera disminuye sus consecuencias dramáticas”.