La derecha de El Salvador amaneció ayer sacando pecho y fortalecida, después de las elecciones legislativas y municipales del domingo, en las que la población decidió “castigar” al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que se esconde y guarda silencio.
Voto nulo
Los protagonistas de los comicios salvadoreños, que se desarrollaron sin mayores inconvenientes, fueron el voto nulo emitido por la ciudadanía, con el objetivo de expresar su descontento con la clase política, y la gran ventaja de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) sobre el FMLN.
A falta de porcentajes definitivos, se puede afirmar que el abstencionismo también apareció con fuerza en la contienda electoral, dejando destrozos a su paso y enviando a la clase política un mensaje de descontento de parte de los salvadoreños que prefirieron quedarse en su casa y no acudir a las urnas.
En medio de este juego político, el más beneficiado es el partido de oposición, que podría alcanzar más escaños en la Asamblea Legislativa de los 35 que actualmente tiene y sumar a su cuenta más municipios gobernados bajo su bandera.
Dominio de Arena
Actualmente, el Congreso salvadoreño es dominado por Arena, que tiene 35 diputados, mientras que 31 son del oficialista FMLN, 11 representan a la Gran Alianza por la Unidad Nacional, Gana, 6 al Partido de Concertación Nacional, PCN y uno al Partido Demócrata Cristiano, PDC.