El grafiti como expresión ha evolucionado desde su concepción hasta su percepción en las sociedades urbanas de todo mundo; muchas ciudades promueven estas actividades, ya que el resultado final son asombrosas piezas artísticas gigantes en las calles.
Han pasado más de 20 años desde la aparición de los primeros grafitis en las calles de Guatemala. Actualmente un grupo de jóvenes grafiteros en la búsqueda de nuevos spots o lienzos de cemento para expresarse, han decidido unirse en la iniciativa de pintar colectivamente en las paredes de varios barrios, incluidos los “liberados” de pandillas en zonas de escasos recursos y así llevar su arte en aerosol a los habitantes de estos lugares.
De acuerdo con Sonar, uno de los impulsadores de este proyecto: “Buscamos llevar alegría y buenas energías a los habitantes de varias zonas, por medio del color de este arte urbano”. Este esfuerzo colectivo, el cual es patrocinado por ellos mismos, trata de encontrar eco para convertirse en un festival que devuelva la vida llena de color a los barrios grises de nuestra ciudad, como ya sucede en países como Brasil, Colombia y México.
Los materiales utilizados para las intervenciones.
Waka pinta una máscara fusión en la pared del asentamiento Mitch en la zona 3 de Guatemala.
Sonar: “Queremos llevar color y buena energía pintando para todos”.
El artista urbano Pulido pinta un diseño inspirado en ciencia ficcion.
Niños observan a Unknow durante la elaboración de un mural.
Uno de los grafiteros durante su intervención en una pared de un barrio de la zona 3.