En esta ocasión, la voz en off no aparecerá al momento de abrir un libro; sino al correr el telón, cuando los rítmicos pasos del Ballet Nacional de Guatemala lo trasladen hasta un pequeño pueblo de Francia y a la historia de La Bella y la Bestia. Con esa pieza, esta institución artística del Ministerio de Cultura y Deportes, arranca su temporada familiar el domingo a las 11:00 en el Teatro de Cámara Hugo Carrillo del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Costo Q30.
Un nuevo relato
La idea de llevar La Bella y la Bestia a las tablas fue concebida por el Ballet Nacional de Guatemala a mediados del año pasado, con la intención de presentar un montaje colorido, con delicados movimientos. Sonia Marcos, directora de la compañía, explica que una de las bases del espectáculo es su texto original, una recopilación de las diferentes adaptaciones que existen de la historia.
Así, en esta pieza el hilo conductor será la hechicera, quien estará sobre el escenario de principio a fin. “Ella planea todo, lanza un encanto al príncipe, conduce al papá de Bella hasta el castillo y busca que los protagonistas se enamoren”, indica Marcos. Sin embargo, la obra mantiene la esencia de figuras como Gastón, Din Don y la Señora Potts.
Con magia
La magia de este montaje también reside en su escenografía, inspirada en la animación de 1991 y que se transforma con agilidad sin necesidad de puentes musicales. Aunque, agrega Marcos, el verdadero valor de La Bella y la Bestia, está en mostrar, mediante todos sus personajes, que las apariencias no son lo más importante en la vida del ser humano.