Por: Liliana Valiña
La importancia de impulsar esfuerzos para erradicar la pobreza, promover la igualdad y el bienestar de todas las personas sin distinción, motivó a que la Asamblea General de la ONU proclamara el 20 de febrero como el Día de la Justicia Social. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1948, reconoció la dignidad intrínseca de toda persona y definió las bases para la construcción de un mundo donde, superadas las atrocidades de la guerra, todos los seres humanos pudieran vivir “libres del temor y la miseria”. Conmemorar el Día de la Justicia Social nos invita a reflexionar sobre los avances y desafíos que la humanidad enfrenta para hacer realidad esa visión plasmada en la Declaración Universal hace setenta años.
En muchas regiones del mundo, incluida Latinoamérica, continúan siendo necesarios mayores esfuerzos para superar las profundas desigualdades estructurales y garantizar que toda persona, sin distinción, pueda gozar de un nivel de vida digno que le permita acceder a alimentación, salud, vivienda y educación adecuadas, a la justicia, a un trabajo digno, entre otros derechos. La promoción de la justicia social requiere también poner en el centro de esos esfuerzos los derechos de las mujeres, las niñas y los niños, los pueblos indígenas, las personas con discapacidad, los adultos mayores, las personas LGBTI y otros grupos de la población en condiciones de vulnerabilidad. En particular, este año, la conmemoración del Día de la Justicia Social dirige su atención a las trabajadoras y los trabajadores que migran de sus comunidades o países en busca de un empleo digno.
La Agenda 2030 traza una ruta clara, basada en el enfoque de derechos humanos, para promover mayor igualdad y justicia social. Sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible definen acciones concretas para erradicar la pobreza y el hambre, promover la salud y educación de calidad, la igualdad de género, el trabajo decente y el crecimiento económico, para alcanzar sociedades más justas, sin dejar a nadie atrás.