Múltiples cuentas falsas han sido dadas de baja en la red social de Twitter este mes, con el propósito de combatir el contenido abusivo, violento y de odio en la plataforma social, cuyas demandas de los usuarios y activistas digitales por fin han sido escuchadas y Twitter puso cartas en el asunto.
Las nuevas normas de esta red social, entre otros esta prohibir expresamente símbolos, logotipos o imágenes que promuevan el odio, o el ataque por condición de raza, religiosa.
Muchos usuarios de las redes sociales esperamos que esta “purga” liderada por Twitter motive a otras redes sociales a tener políticas más estrictas para prohibir el contenido de odio, y evitar así una alcantarilla tóxica o bien hacer desaparecer los “trolls del internet”, cuyo propósito era denigrar la dignidad de la persona, sin castigo alguno.
Recordemos que el ámbito digital cuenta con una escasa o nula regulación apropiada, e inclusive las leyes que pretendan regular este tipo de comportamientos que afectan a la dignidad de la persona, también deben ser estudiadas bajo lupa, debido a que está abordando una zona desconocida, y todo movimiento puede ser interpretado como peligro inminente a la libertad de expresión, cuyas voces que han luchado por este derecho nunca imaginaron el carácter evolutivo de este valioso y preciado derecho a la libertad de expresión y de pensamiento.
Esto no quiere decir que no se haga nada para combatir la normalización del odio, en climas “nativistas” o polarizados políticamente que es un contexto compartido en la mayoría de países, las redes sociales han sido el campo de batalla en las que bajo el anonimato se “normalizaba la conducta violenta”, ya que es un espacio sin regulación, y sin consecuencias para evitar esa conducta “digitalizada”.
Sin embargo, recordemos que las redes sociales están cumpliendo una recomendación de la Comisión Europea, el principal regulador de la Unión Europea (UE) , quienes aseguran que impondrán leyes con castigos a las empresas que no cumplan en retirar contenido de odio en sus plataformas.
La Comisión dijo que considerará la posibilidad de implementar nuevas leyes para abordar el problema si las plataformas en línea no “toman medidas rápidas en los próximos meses”.
Esto trae a colación que la UE impuso una multa antimonopolio severa de aproximadamente 2 mil 800 millones a la empresa Google, así que podemos decir, que la tendencia es una consecuencia de las políticas de UE sobre el tema.