Amapola Arimany destacó como atleta multifacética, principalmente en 2 disciplinas: atletismo y remo. En la primera ostenta récords nacionales en la prueba de 100 metros con vallas, lograda en la década de los 80, mientras que en la segunda se distinguió en los XVI Juegos Centroamericanos y del Caribe, en México 1990, y en los XVII Juegos de Ponce, Puerto Rico 1993.
Después de una carrera exitosa en el atletismo de pista, Arimany logró 12 medallas en Juegos Centroamericanos y del Caribe, asimismo, se colgó el oro en dobles en México 90. Después de su retiro, en 2006, se dedicó a la dirigencia deportiva y formó parte del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Guatemalteco (COG); actualmente trabaja para esa institución en un cargo administrativo.
“Empecé en volibol, fui seleccionada infantil y juvenil, pero me di cuenta de que no tengo la estatura para ese deporte, y me enfoqué en el atletismo, que lo practicaba en simultáneo. Entonces en el COG contrataron al técnico Rudiger Dorman, y me quedé trabajando con él, y pronto empecé a ver resultados”, recordó Arimanay, quien obtuvo marcas nacionales en pentatlón, heptatlón y la de 100 metros con vallas, que todavía ostenta.
“Mi hermano, que era presidente de la Federación de Remo, fue quien me invitó a practicar ese deporte. La verdad es que no estaba tan segura, pero me enamoré desde la primera vez que entré en el agua. Pese a que los entrenamientos eran muy exigentes, yo los disfrutaba al máximo”, manifestó la exatleta.
“En Guatemala no había otras remeras, y competía con hombres, pero si me ganaban decían que porque eran hombres y si yo ganaba, porque eran muy malos; entonces me iba a México, donde sí tenía forma de evaluar mi desempeño y esto también me ayudó para alcanzar mis metas”, concluyó con que terminó su carrera en canotaje.
Recientemente ha estado involucrada con el programa Enlace Entre Barrios, de la Fundación Olímpica Guatemalteca, que busca acercar al deporte a niños en situación de riesgo. El éxito en nuestro país la llevó a dirigir el proyecto en Honduras, y próximamente lo pondrá en práctica en Belice. Max S. Pérez