Si algo ha marcado las últimas galas de los Óscar es la irrupción de los cineastas mexicanos. En 2014, Alfonso Cuarón se convirtió en el primer latinoamericano en conseguir la estatuilla de dirección por la cinta Gravity. Mientras que en 2015 y 2016, ese mismo reconocimiento fue para su compatriota Alejandro González Iñárritu por Birdman y The Revenant, respectivamente. El responsable de continuar este legado es Guillermo del Toro, nominado en esta edición por The Shape of Water.
Cuarón fue el primer latinoamericano en ganar el Óscar de dirección.
G. Iñárritu ha ganado la estatuilla de director en dos ocasiones.