En el contexto nacional actual en nuestro medio, la crisis institucional del Estado no es nada nuevo. Obedece a que desde el conflicto armado interno, luego de la subscripción de los Acuerdos de Paz, toda la maquinaria institucional y política se enfocó en conocer y discutir los derechos específicos de los ciudadanos, crear instituciones para promover estos derechos asignados en los acuerdos que fue algo importante, pero se descuidó la creación de un nuevo perfil del ciudadano que viviera en democracia tolerancia y en paz.
Como también se descuidó el ajuste, fortalecimiento y reestructuración de instituciones del Estado que respondieran a este proceso democrático, debido a que recién salimos de largas eras de gobiernos autoritarios impuestos por la fuerza, se inicia la frágil era democrática con instituciones estatales y con autoridades con mentalidad del siglo pasado, en la que todos debíamos obedecer órdenes sin discusión, la autoridad es la ley y el orden. Actualmente estamos en las mismas condiciones que dieron origen al conflicto armado interno, con una sociedad fragmentada y sectorizada e ideologizada, todos defendiendo sus intereses personales y sectoriales, muy pocas están enfocadas en los intereses de la nación y al Estado de derecho y la República. Es lamentable que se evidencie esta actitud con algunas autoridades y ciudadanos del sálvense quien pueda. Sin autoridad, sin respeto a leyes y ciudadanos poco tolerantes e irrespetuosos de la institucionalidad de los procesos estatales, los derechos se exigen por medios violentos irrespetando los derechos de los demás, de la diversidad cultural y lingüística, con esta actitud difícilmente saldremos de este laberinto. Por lo que se hace importante a la par de reformar instituciones estatales adecuar leyes y políticas públicas para conducir y armonizar derechos específicos de los ciudadanos, debemos entender que todos los guatemaltecos somos sujetos de derechos, en la misma forma sujetos de responsabilidades normas a cumplir.
Por lo que el nuevo perfil del ciudadano debe ser entre otras: 1) crítico, pero constructivo; 2) que conozca y defienda sus derechos, pero que reconozca el límite de sus derechos; 3) respetuoso a la diversidad cultural y lingüística; 4) respetuoso de normas y reglamentos códigos de conducta social; 5) respetuoso de la diversidad de opiniones; 6) promover la solidaridad entre vecinos; 7) respeto a la institucionalidad. A efecto de promover mejores prácticas de relacionamiento entre autoridades y vecinos. Por supuesto que, para ello, el cambio de actitud no es solo para vecinos, sino para las mismas autoridades, así respetará el ciudadano el mandato de las autoridades dentro de un período específico como servidor público, respetando la alternancia en el mandato en los tres poderes del Estado, tanto como signatarios de la nación, magistrados de Justicia, y la Presidencia del Ejecutivo.