Por: Lucía Verdugo
Por 20 años la UNESCO ha celebrado este día para preservar la diversidad lingüística y promover la educación plurilingüe basada en la lengua materna. Es necesario volver a la reflexión sobre el significado de la lengua materna como derecho humano individual y colectivo. Todos los seres humanos conocemos y estructuramos el mundo que nos rodea a través de un idioma en el que concebimos pensamientos, ideas, emociones que nos permiten ser e irnos desarrollando humanamente. Este desarrollo se realiza en las primeras relaciones familiares y sociales de manera natural.
En colectivo, la lengua materna es un signo de identidad compartida por una comunidad de hablantes. Confiere el sentido de pertinencia de manera profunda y hace posible el diálogo y la convivencia en armonía con valores compartidos en la comunidad. La identidad lingüística es parte irrenunciable de los derechos humanos. El desafío de avanzar hacia el desarrollo sostenible y la paz en nuestro país puede apoyarse en procesos fortalecidos de educación bilingüe intercultural, en la provisión de servicios básicos en los idiomas maternos y en la eliminación de los estereotipos discriminatorios hacia quienes hablan un idioma indígena. Hoy sabemos que no existe un lugar en el mundo que no sea multilingüe y que los países en estadios de desarrollo humano más avanzado son respetuosos de la diversidad lingüística y la promueven como medio para el diálogo intercultural, la tolerancia y la paz.
La UNESCO se apoya en este Día con miras a la consecución de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, relativo a la educación. La meta 4.7 plantea: “Para 2030, garantizar que todos los estudiantes adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios”.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible dependen de la diversidad lingüística y del plurilingüismo como contribución fundamental, con miras a la educación de la ciudadanía mundial y nacional en tanto que promotores de vínculos interculturales y como mejor manera de convivencia. Guatemala tiene una gran oportunidad para su desarrollo y una inmensa riqueza lingüística para lograrlo.