Estar en el ocaso de su carrera o retirarse por completo del alto rendimiento del mundo deportivo, en algunos casos supone un golpe riguroso para cualquier profesional, y aunque esa transición puede llevar hasta la depresión a quienes han acostumbrado a enaltecer a su país desde su disciplina, también es una oportunidad para emprender y tomar nuevos retos.
El adiós a la afición, a la adrenalina de las competencias, a los viajes y a compañeros de equipo, supone un cambio de 180 grados en la vida de cualquier atleta.
Sin embargo, hay guatemaltecos que han canalizado de forma positiva esa transformación, han emprendido y, desde una perspectiva empresarial, han tenido la oportunidad de compartir los conocimientos cultivados durante décadas.
Formar a nuevas generaciones, tener un semillero de futuros deportistas, sin dejar a un lado los ingresos económicos y una vida estable, además de saludable, son algunas premisas, entre otras, que han impulsado a deportistas a crear sus academias o espacios para la práctica del deporte.
Gisela Morales
Visión de trabajo
La Sirenita Dorada, como también se le conoce a la nadadora chapina, es la fundadora de Waterproof Swim Academ, 2 piscinas que brindan la posibilidad de aprender un deporte que, con seguridad, desarrolle salud, disciplina y diversión.
“Yo creo en un mundo donde solo puedo contar con lo que gano, es por esto que creo en el esfuerzo y trabajo duro”, escribe Morales en el portal web de su academia.
Aunque todavía está activa en el deporte de sus amores, la 2 veces atleta olímpica (Atenas 2004 y Beijing 2008) se ha proyectado a futuro con el objetivo de tener una empresa que “inculque a las personas una cultura deportiva”.
Karin Slowing
Formadora de talentos
Con al menos 30 años de experiencia en el campo de la natación, Slowing, quien representó a Guatemala en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, ha sido formadora de atletas como Gisela Morales, Melanie Slowing, Valerie Gruest y Cindy Toscano, entre otros.
Con ese cartel, es la presidenta y fundadora de Acuática Slowing, una academia que funciona con la misión de enseñar con “altos estándares de calidad”.
Con atención a bebés, niños, jóvenes y adultos, la exnadadora aplica diversos programas de preparación para desarrollar adecuadamente el potencial de sus alumnos.
Rolando de León
Fuerza hasta la tercera edad
El fornido 9 veces campeón mundial guatemalteco de levantamiento de potencia Rolando de León, también destaca como emprendedor, después de dedicarle sus mejores años a la azul y blanco.
Con el mal trago de entrenarse con piezas de chasís de carros, cuando competía en certámenes paralímpicos nacionales e internacionales, De León habilitó un gimnasio con equipo adecuado tanto para quienes buscan la élite como para los que solo cuidan su salud.
Con horarios de 5:00 a 21:00 en su gimnasio ubicado en la zona 6, a 3 décadas después de haber destacado como deportista paralímpico, todavía se ejercita y dirige a principiantes que lo ven como un referente.
María Micheo
Un golpe al descuido
“Mientras más duro pegas, mejor”, es parte de la filosofía de la boxeadora María Micheo (activa), entrenadora en Micheo Boxing, una institución que ofrece clases personalizadas con el aval de la Federación Nacional de esa disciplina, en el interior de Futeca Gym de zona 14.
La pugilista, quien despertó su sentido deportivo con la práctica del karate, habilitó su espacio con el objetivo de crear una condición física óptima y nivel atlético en sus alumnos, mejorar su estilo de vida, resistencia y fuerzas, como eliminar estrés y porcentajes de grasa por medio del boxeo.
Cheili González
Una guerrera insaciable
Todavía en la búsqueda de una plaza para disputar los Juegos Olímpicos Tokio 2020, la karateca González, de 37 años, también ve de cerca el retiro y, con el afán de mantenerse inmersa en el mundo de las artes marciales, fundó su propia academia: Ken Sei Kai Cheili González, la cual funciona en un centro comercial de Majadas, con clases para todo público.
Con una licenciatura en deportes, la atleta de la modalidad de kumite en -50 kilogramos y subcampeona del mundo en México 2004, no se quiere quedar solo con las glorias dadas al país por medio de sus actuaciones, sino que busca, con el apoyo de no menos de 5 senséis (maestros), desarrollar las habilidades de futuros deportistas.