Facilitar el empleo de los jóvenes en las áreas rurales puede frenar la migración a las ciudades y a otros países, señaló la FAO, que destacó la experiencia de dos programas de cooperación en Etiopía y Túnez.
La especialista de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Paola Termine explicó en un seminario que hay jóvenes “desalentados” que ven “muy difícil empezar una actividad agrícola por falta de fondos, acceso a la tierra, permisos y formación”.
Para 2050 se calcula que el número de personas entre 15 y 24 años de edad en busca de trabajo aumentará hasta los mil 200 millones, la mayoría en África subsahariana y el Sudeste Asiático.
El alto nivel de desempleo en las zonas rurales obligará a muchos a emigrar a las ciudades y a países más desarrollados, escapando de la pobreza, los desastres naturales, los conflictos y las crisis prolongadas. Para evitar ese tipo de migración forzada, la FAO ha llevado a cabo durante dos años dos proyectos financiados por la cooperación italiana, para mejorar las capacidades de ese colectivo y generar oportunidades de empleo agrícola. • EFE