De esas noticias trágicas, que enlutecen a la comunidad artística tanto nacional como internacional, fue el fallecimiento del maestro Elmar Rojas, este fin de semana.
Por esta razón, quiero recordarlo por medio de esta columna y de algunos aspectos del libro titulado Elmar Rojas, del desaparecido crítico y escritor guatemalteco, Lionel Méndez D′Avila. El texto literario-plástico, fue publicado por Armitano Editores, Venezuela, 1993, con textos de Méndez D’Avila, una introducción de Edward Sullivan y traducciones (es una edición bilingüe) de Luis Delgadillo, Raquel Chonchol y Eduardo Tejada Davis. Tiene 230 páginas, es de pasta dura, con una portada en la que destaca una de las significativas obras del maestro Rojas.
Lionel Méndez ofrece un abordaje a la obra mediante dos postulados: el Realismo Mágico en la pintura de Elmar Rojas, y Fervor y fulgores. En el primer capítulo, Méndez va, como arqueólogo excavando en la creación de Rojas, a través de un diálogo con maestros del arte mundial.
Una de sus propuestas es que la pintura es un soporte para ver una parte del mundo, por lo que, en la realidad no es posible verlo todo, en alusión al conocido diálogo que sostuvieron Simone de Beauvoir con Sartre. Por otro lado, la idea de Carlos Mérida, al expresar que “la pintura es una ventana para ver el mundo”. Ambas expresiones son sustentables para señalar que la obra del maestro Rojas nos muestra ununiverso nunca visto.
Ese universo de Rojas, lo describe el crítico de la siguiente manera: “Frutas y flores y pájaros y personajes fragantes pueblan el espacio pictórico de Elmar Rojas; y magia, prodigios, portentos, encantamientos−y al final− poesía”.
En Fervor y Fulgores, Méndez D’Avila, aborda la obra de Rojas mediante varios elementos que tienen que ver con lo guatemalteco. En este sentido, realiza un repaso sociológico para entender esta dinámica. Tradiciones, mestizaje, despojo, son algunas de las palabras que están insertas en esta definición. Por eso, explica su plástica de la siguiente forma: “Indaga y va al rescate de este reservorio inagotable de la tradición de lo mestizo guatemalteco, o sea que entronca de manera directa con las fuentes de nuestra cultura”. Más adelante señala que Elmar Rojas, toma los componentes del imaginario cultural, para luego realizar una laboriosa reconstrucción plástica que la vuelve indescifrable.
Las honras fúnebres al maestro están programadas para hoy desde las 9:00 en el Palacio Nacional de la Cultura. La próxima semana,seguiremos con el abordaje del título.