Las Palmas de Gran Canaria, EFE.- El Sevilla se llevó los 3 puntos contra la UD Las Palmas (1-2) en un partido que dominó con claridad hasta que logró su segundo gol, pero en el que reaccionó el equipo amarillo con un penal convertido por Calleri, y una última jugada polémica invalidada que acabó con un gol local que no subió al marcador.
Un saque largo del guardameta Chichizola lo cabeceó Calleri hacia el centro, por donde entraba el central Gálvez como improvisado delantero centro, en posición correcta, y definió en vaselina ante la salida de Sergio Rico, pero el asistente levantó el banderín, por un presunto fuera de juego o una falta en ataque del pasador.
El finalista de la Copa del Rey había hecho mucho daño al equipo isleño durante una primera parte en la que llegó con frecuencia y facilidad al área rival, encontrando muchos espacios para desplegarse.
El Sevilla, a la contra, anunciaba el gol, y llegó luego de una jugada de Correa con apertura a la derecha para Sarabia, quien con una bicicleta rompió la cintura a Aguirregaray. Su disparo, rechazado con la manopla por Chichizola, quedó muerto en el área chica para que Ben Yedder lo remachara a la red.
Pese a los intentos del local, el Sevilla golpeó de nuevo, y muy pronto en la parte complementaria, con un centro de Franco Vázquez que Sarabia remató casi a placer ante el portero, ganándole la espalda a una defensa muy despistada.
Con una ventaja de 0-2, ese marcador traicionero que tantas veces desconcentra al equipo que la tiene a su favor, el Sevilla bajó el pie del acelerador, quizá pensando en su compromiso del próximo miércoles con el Manchester United.
Chichizola mantuvo con vida a Las Palmas en el ecuador del segundo tiempo con una parada ante Nzonzi en un contraataque visitante en superioridad numérica, y el equipo amarillo se volcó en el tramo final, con más necesidad que convencimiento, hasta que Layún derribó a Halilovic en el área, y el penal lo convirtió Calleri por el centro de la portería, un gol que, contra pronóstico, metió a la Unión Deportiva en la pelea por los puntos.
Sergio Rico estuvo valiente y decidido en los balones aéreos, y la polémica llegó en la última jugada del partido, con la referida acción que acabó con gol de Gálvez por un presunto fuera de juego del autor del gol, o falta previa de Calleri en el envío de cabeza. Solo el trío arbitral sabrá por qué no dejó continuar la jugada.