Encomendados a la resurrección, el amor y la misericordia, centenares de indígenas guatemaltecos incoaron la época de Cuaresma volviendo a sus orígenes, el polvo, para empezar 40 días de oración, ayuno, abstinencia y limosna.
Antes de que salieran los primeros rayos del sol, los pobladores del municipio guatemalteco de San Juan Sacatepéquez, en su mayoría indígenas, se encaminan a la basílica para recibir la imposición de una cruz de ceniza sobre la frente, en señal de inicio de la preparación para la Semana Mayor.
Los asistentes, en su mayoría mujeres e indígenas, se acercaron para recibir la ofrenda de 40 días de preparación para la Pascua vestidas con su traje originario y un velo de tejido típico, recordando, como dijo el sacerdote, que “polvo eres y al polvo has de volver”.
Llama a honrar el amor, el amor de verdad
El párroco tampoco se olvidó que este miércoles de ceniza también se conmemora el Día de San Valentín, una fecha en la que se celebra el cariño y el amor, pero el de verdad, no el efímero que “está hoy y mañana termina”.
La ceniza con la que el cura marcó la frente de los creyentes, mientras los devotos regresaban a orar con la mirada cabizbaja, está hecha de las palmas del anterior Domingo de Ramos, que es guardada hasta el Miércoles de Ceniza.
A las afueras, en el parque (abarrotado de vendedores de flores), decenas de personas empiezan su rutina con la cruz sobre la frente. Para los que no han llegado a la homilía matutina, la iglesia ofrece nuevos servicios durante todo este miércoles.
Pero como Sandy dijo a Acan-Efe, es importante empezar con buen pie el día.
*Con información de ACAN-EFE.