El Real Madrid volvió a las andadas en la Liga y ofreció una mala imagen en el estadio Ciutat de Valencia, donde empató a 2 con el Levante para mantener su agonía en un torneo en el que tendrá un largo camino por el desierto de la nada hasta el mes de mayo.
La victoria de la pasada jornada contra el Deportivo, contundente, por 7-1, en la que los hombres de Zinedine Zidane cogieron aire después de tropiezos y mal juego, fue un espejismo. El Real Madrid puede acabar la jornada a 21 puntos del Barcelona y volverá a tener una semana movida con el París Saint Germain en el horizonte.
Al conjunto blanco se le va a hacer muy cuesta arriba la Liga. Y, a lo mejor, debería dejar de mirar hacia la primera posición que ocupa el Barcelona para pensar en acabar entre los cuatro primeros. Esta jornada tuvo la suerte de que sus perseguidores, Villarreal y Sevilla, también perdieron sus partidos y los primeros están a dos puntos de distancia y los segundo a seis.
El PSG está a la vuelta de la esquina y el cuadro merengue demostró una fragilidad tremenda en el campo del Levante. La enseñó en defensa y en ataque, sin un último pase en los últimos tres cuartos y con jugadas previsibles, se atascó ante un rival que usó el arma del contragolpe durante los 90 minutos.
El mal juego del Real Madrid, sobre todo en la primera parte, se dio un respiro con el tanto de Sergio Ramos once meses después de su último gol. En los primeros compases del partido, el central blanco cabeceó un centro de Toni Kroos desde el córner para abrir el marcador.
Después, al filo del descanso, Boateng aprovechó la permisividad defensiva blanca tras recoger un rechace de Keylor Navas, que salvó un mano a mano ante Morales que no sirvió para nada. Boateng accedió con tranquilidad al rebote e hizo el empate justo antes de que ambos equipos se marcharan a los vestuarios.
En la reanudación, con más corazón que cabeza, el Real Madrid dispuso de alguna ocasión, pero una vez más el gol brilló por su ausencia hasta la aparición de Isco Alarcón, que salió desde el banquillo para marcar a diez minutos del final.
Su tanto iba a disfrazar una mala noche, pero apareció Giampaolo Pazzini, fichaje invernal del Levante, para amargar una vez más la existencia madridista en Liga.
*Con información de EFE.