viernes , 22 noviembre 2024
Inicio Pequeñas tiranías

Pequeñas tiranías

No cabe duda que el sexismo en la política es un fenómeno global y no tiene relación con el origen, el apellido de casada, o que haya ido a la mejor universidad, es un problema histórico de luchas y reivindicaciones de género. Esta reflexión me llevó a buscar sobre los actos de la vida cotidiana a las cuales muchas mujeres incluyéndome estamos expuestas en pleno siglo XXI. Primero busqué el término micromachismo; y según el psicoterapeuta español Luis Bonino Méndez en 1991 lo designa como “Sutiles e imperceptibles maniobras y estrategias de ejercicio del poder de dominio masculino en lo cotidiano, que atentan en diversos grados contra la autonomía femenina. Hábiles artes, trucos, tretas y manipulaciones, con las que los varones intentan imponer a las mujeres sus propias razones, deseos e intereses en la vida cotidiana”.

Actualmente este tipo de comportamiento lo hemos “normalizado”, ya que los micromachismos son acuñados por hombres y mujeres. Mayoritariamente utilizado por hombres para ubicarse en un lugar preferencial de dominio, reafirmando el rol tradicional del hombre hacia la mujer, y viceversa.

En pocas palabras, para recordarnos que nuestro lugar era en la casa y que se nos ha otorgado ciertas libertades gracias a ellos; y que no quiere decir, que esas supuestas libertades me conviertan en un sujeto de derechos en igualdad de condiciones que un varón. Sin embargo, a la larga hemos sido expuestas a micromachismos a diario. Un ejemplo clásico, y que me pasó en un hotel extranjero manejado por occidentales, era la noche de celebración de Año Nuevo y esperábamos el turno en el bufet, mi esposo y yo, y me sirven una pieza de pollo grande y la de él era una pieza mediana, por lo que la señora dijo: “Si desean pueden cambiar platos”, a modo de comentario no solicitado, recordando que las piezas más grandes son para los hombres y no para las mujeres.

El micromachismo persigue el objetivo de garantizar el control sobre la mujer y perpetuar de una manera sutil la distribución injusta en derechos y oportunidades a las mujeres, y termino con la siguiente frase: “No me gusta el concepto micromachismos, porque hacemos creer que son inofensivos”, explica la activista y columnista colombiana Catalina Ruiz-Navarro, creadora del hashtag #MiPrimerAcoso.

Artículos relacionados

ARTES

Las letras ya no importan se vivió en concierto de Residente

El cantante puertorriqueño René Pérez Joglar, conocido artísticamente como Residente, rapeó intensamente...

DESTACADO

Capturan a mexicano y guatemalteca acusados de vender visas falsas

Investigadores del Departamento de Delitos Financieros y Económicos de la Policía Nacional...

REVISTA VIERNES

El Valle de Almolonga fue capital de Guatemala hace 497 años

Lo que hoy se conoce como Ciudad Vieja fue el segundo asentamiento...

DESTACADO

Presidente supervisa entrega de ayuda humanitaria

Pobladores de los barrios La Limonada y El Tamarindo, en San José,...