Viejas cartas escritas por la leyenda del tango Carlos Gardel salieron ayer a subasta en Uruguay. Estas revelan su veta poco conocida de cronista, que más allá de la imagen de galán de cabello engominado, clavel y sonrisa encantadora, retratan su carácter vital y aventurero.
Lote
El lote está integrado por siete cartas, algunas escritas del puño y letra de Carlos Gardel, además de un telegrama, el manuscrito original del tango conocido como Poncho del olvido y otros documentos personales. “Vemos un Gardel emocional y fraterno, una veta poco conocida”, asegura Eduardo Corbo, dueño de la casa de remates. La mayoría de las misivas, todas dirigidas a su amigo José Razzano, corresponden a la década de 1920, cuando el franco-argentino forjaba con audacia su fama en Europa.
Relatos
En una de las cartas, con caligrafía clara y grande, Carlitos relata cómo se relaciona con lo mejor de la sociedad parisina, pero también explica que invertía su dinero en hacerse propaganda, afiches y clichés. Cuenta también que mandó confeccionar una cortina de seda para sus presentaciones. “He andado de un lado al otro, en fin, la cuestión es no mostrar la hilacha, pues me creen que trabajo porque me da la gana”, confiesa.
En las comunicaciones, Gardel deja ver la atracción que ejercía en las mujeres. Entre los amoríos que declara está el de una pudiente empresaria bonaerense a quien llama La Pajarito. “Vos ya sabes el vento (dinero) que tiene, y está enamorada loca”, narra en tono pícaro e incluso pide a su amigo que le mande un telegrama para engañar a la mujer y evitar que esta se embarque con él de París hacia Buenos Aires, adonde, dice, no puede llegar en su compañía.
Leticia Pineda, AFP