Tanto el que compra como el que vende árboles armados con ramillas de pinabete sin marchamo están incurriendo en un delito y serán puestos a disposición de los tribunales correspondientes, indicó Vicente Gálvez Portela, Jefe de la Delegación de División de Protección a la Naturaleza (Diprona), en Chimaltenango, quien acompañó los recorridos a dos fincas de productores de pinabete, una en Tecpán y otra en San Andrés Iztapa.
La gira busca concienciar sobre la protección del pinabete, una planta en peligro de extinción.
“El tráfico de árboles o ramillas de pinabete es un delito y esta contemplado en la ley de Áreas Protegidas en los artículos 81 y 82, el cual establece que se comete atentado contra el Patrimonio Natural de la Nación y preceptúa una pena de 5 a 10 años de cárcel”, informó Galvez Portela.
Agregó que junto con el Consejo de Areas Protegidas y el Instituto Nacional de Bosques han realizado patrullajes en bosques donde el pinabete crece de forma natural y se han realizado varias capturas de depredadores, quienes obtienen ganancias por el pinabete y sus derivados.
Inicio de operativos
Portela detalló que los operativos iniciarán a partir del 15 de noviembre en Totonicapán, Quetzaltenango, Quiché, San Marcos, Sololá, Chimaltenango y en la capital.