El papa Francisco firmó el decreto que reconoce que Albino Luciani, Juan Pablo I, debe ser considerado venerable por la Iglesia, primer paso para su beatificación si se le reconoce que intercedió en un milagro.
El llamado Papa de la Sonrisa fue el último pontífice italiano y uno de los más efímeros: elegido en agosto de 1978, falleció 33 días más tarde tras sufrir un infarto, a los 65 años. Durante este breve período, llevó a la Santa Sede un estilo más directo, pero su simplicidad no gustó a la Curia, el Gobierno del Vaticano. Nacido el 17 de octubre de 1912 en Forno di Canale, Italia, Luciani falleció el 28 de septiembre de 1978 dentro del Palacio Apostólico. • AFP