Los jugadores de la Selección de Australia expresaron ayer que harán una presión alta en el partido que sostendrán el viernes contra Honduras por el repechaje rumbo al Mundial Rusia 2018.
“Somos un equipo que nos gusta jugar, nos gusta apretar, tener la pelota el mayor tiempo posible, y eso nos da identidad como equipo”, afirmó el guardameta Mathew Ryan.
El partido se disputará en el Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, la segunda ciudad de Honduras, situada a 180 km al norte de la capital. El juego de vuelta será el 15 de noviembre en Sidney, para dejar el calificado del repechaje por Concacaf y Asia al Mundial.
Ryan reconoció que no saben mucho de la escuadra de Honduras pero que la estudiarán para aprovechar sus debilidades.
“Traemos nuestra estrategia; ayer fuimos a entrenar. El clima es un poco caliente pero se puede jugar bien”, añadió, y enfatizó que tienen que sacar punto en los dos partidos.
En tanto, Trent Sainsbury (Jiangsu Suning de China) dijo en rueda de prensa que ha “estado feliz con la forma en que se ha ido hasta ahora”. San Pedro Sula “es un lugar agradable con buen clima”.
La prensa australiana había advertido a los socceroos que San Pedro Sula era la capital de los asesinatos y del VIH/Sida y que deberían tener cuidado.
Los jugadores australianos empezaron a llegar el sábado por grupos y sin vestimenta que los identificara para pasar inadvertidos. El lunes, el equipo estaba completo y se entrenó en el Estadio Morazán, bajo las órdenes del griego Ange Postecoglou.
El delantero hondureño del Barcelona B de España, Anthony el Choco Lozano, expresó que la ilusión es estar en el Mundial, y “vamos a sacar esto adelante con la capacidad que tiene cada uno de nuestros compañeros”.