La coalición gobernante argentina Cambiemos es la virtual ganadora de las elecciones legislativas de medio mandato del presidente Mauricio Macri, quien lideró la campaña oficialista para profundizar en sus reformas económicas y sociales de tinte liberal y promercado.
Los sondeos otorgaban ayer ventaja al macrismo. La Junta Electoral indicó que la afluencia de votantes fue del 78 por ciento de los 33.1 millones de empadronados.
La principal opositora es la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), postulada a senadora por Unidad Ciudadana en la estratégica provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40 por ciento del censo nacional.
Freno
Fernández aspira a una banca del Senado con el argumento de “ponerle un freno” a Macri en su política de ajuste de tarifas, financiamiento del déficit fiscal con deuda y flexibilización de leyes
laborales.
El Presidente, por su lado, llamó a “no volver al pasado” de un “populismo que fue alterando la cabeza de la gente”.
“Un triunfo de Macri es una señal de salida del populismo y de que el rumbo económico se mantiene”, afirmó el politólogo Rosendo Fraga, de la consultora Nueva Mayoría.
La madre de todas las batallas fue la provincia de Buenos Aires. “Hay una intensificación de la polarización bonaerense, más que en las primarias” obligatorias del 13 de agosto, dijo el politólogo Facundo Nejamkis, de la consultora Opina Argentina.
De Kirchner se impuso en la provincia por escaso margen, pero el macrismo fue el más votado a escala federal.
En el distrito bonaerense, del tamaño de Italia, Fernández enfrenta a Esteban Bullrich, un político poco carismático. Al frente del proselitismo estuvo la gobernadora provincial, María Eugenia Vidal, de mejor imagen incluso que Macri, tras vencer al peronismo en su bastión en 2015.
Las compañías encuestadoras González y Valladares, Management & Fit, Rouvier, Circuitos, Poliarquía, Sinopsys, Taquion y Opinaia pronosticaron para el macrismo una diferencia media superior al 3.5 por ciento en la estratégica provincia.