La formación enfocada en el multilingüismo y la diversidad de culturas ha tenido cambios positivos importantes en las últimas décadas. El trabajo de la actual gestión para reforzar las acciones son explicadas en las siguientes líneas por el viceministro Daniel Domingo López.
¿Cuál ha sido el caminar de la educación bilingüe intercultural?
Tradicionalmente, sobre todo en las décadas de 1980 y 1990, se empezó a constituir y organizar conceptual, metodológica e institucionalmente la educación bilingüe. Se tenía el concepto de que solo era un mecanismo de transición del idioma y la cultura propia a otro idioma, que en este caso, sería el español o una cultura ajena, para considerar que el niño se está educando; ese era el concepto.
¿Qué se obtuvo con ello?
El análisis histórico ha determinado que fue una etapa de asimilacionismo, pues se buscaba que los infantes de pueblos indígenas se integraran para ser ciudadanos y ser considerados civilizados. Afortunadamente esa etapa ya ha pasado, prácticamente se ha cambiado a un distinto concepto, a una distinta argumentación, sobre todo, a partir de los Acuerdos de Paz.
¿En qué influyó la rúbrica de cese al fuego en la educación?
Se estableció en el Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas el compromiso de la reforma educativa como una condición fundamental para construir un país intercultural, porque se consideró que antes el sistema educativo nacional tenía el propósito de negar los idiomas y las culturas indígenas.
Hay casos documentados en los que los maestros prohibían a los niños hablar su dialecto, como decían. Habían rótulos en las escuelas que vedaban ese derecho.
Ahora, ¿cómo está el proceso?
Ya está establecido conceptual, social, política y jurídicamente que la educación bilingüe intercultural es en todo el sistema escolar, desde la preprimaria hasta el diversificado; es decir, todo el sistema formativo nacional debe tener una pertinencia lingüística y cultural.
No se reduce a un solo grado, porque la interculturalidad no es un aprendizaje en un nivel o en un momento de la vida, sino una convivencia cotidiana en la que los estudiantes se deben preparar.
¿Cuál es el perfil de los maestros en este ámbito?
El docente debe tener una formación coherente con el grupo cultural o lingüístico con el que se va a desempeñar. Si es maya, garífuna o xinka, hay arreglos administrativos para que labore en su región.
Un profesor de Izabal, por ejemplo, su área de trabajo debe ser lo más cercano a donde vive, y tiene que conocer sobre la cultura garífuna o q’eqchi’.
¿Fortalece esto la pertinencia?
Claro, porque es la correspondencia con la cultura, lo cual conlleva a la convivencia con el pueblo y se enfoca en el respeto a la persona y a la diversidad existente en el país.
Entonces, ¿existen avances en la educación bilingüe e intercultural?
Creo que hemos tenido logros importantes, sobre todo en materia legislativa: leyes en general y acuerdos gubernativos, ministeriales o normativos técnicos administrativos, porque ya se reconoce, se respeta y se promueve esa multiculturalidad e intercultural en todo, o en un buen porcentaje.
¿Y en el sistema de enseñanza?
Los esfuerzos de la actual gestión se materializan en la capacitación al maestro, y el Padep (Programa Académico de Desarrollo Profesional Docente) va en esa lógica de pertinencia cultural, de bilingüismo, el cual se fortalece con materiales educativos y un diseño curricular en el cual el Currículum Nacional Base se adecúa a cada cultura. Aunque aún hay desafíos, sí se han dado grandes pasos.
¿Cómo se da la formación bilingüe en los primeros años?
El niño aprende en su idioma materno. El diseño curricular de preprimaria y primaria, por ejemplo, establece en el área de comunicación y lenguaje 3 subáreas: el L1 es el idioma materno; el L2 es el español, y el L3 es opcional, por lo que puede ser extranjero.
El Ministerio está trabajando en una reforma al Currículum Nacional Base del nivel básico. ¿Tiene el nuevo pénsum un contenido de bilingüismo intercultural?
Primero, hay que indicar que la reforma está en relación con la extensión del contenido. Hasta ahora el ciclo básico tiene 16 áreas o subáreas curriculares, es una cantidad muy grande comparado con la media del continente americano, que oscila entre 9 y 10. Entonces, hay un problema para desarrollar la cantidad de contenido en el CNB.
La reorganización que se hace es una revisión y evita una duplicidad. El planteamiento es dejar 10 áreas curriculares, claro, con enfoque de bilingüismo y pertinencia cultural.
¿Cómo quedaría, por ejemplo, el curso de Ciencias Sociales?
Se está proponiendo que se llame Estudios Sociales e Interculturalidad, y estará orientado a conocer y analizar la composición social del país, destacando la multiculturalidad, el derecho a la identidad, la cultura y el idioma propio de los pueblos.
Si nos vamos al área de ciencias naturales, la ciencia occidental tiene un enfoque para estudiar la naturaleza, pero las culturas indígenas también tienen una filosofía y una ética para conocer, comprender a la naturaleza. Esos conocimientos científicos de los pueblos originarios también estarán presentes en esa área curricular.
Con estos pasos, ¿se está dando la reforma educativa?
Así es. Todo el proceso que expuse es parte la reforma educativa, lo cual partió con el diseño en cumplimiento del Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas.
Un ejemplo de los cambios es que antes existía un pénsum de estudios, que era un enfoque técnico de áreas de conocimientos aislados entre sí, ahora estamos hablando de áreas curriculares que están relacionadas y que promueven una formación interdisciplinaria al estudiante. Además, el CNB tiene como ejes la multiculturalidad e interculturalidad, la convivencia pacífica, la cultura de paz y el desarrollo sostenible.
¿Cuál es la proyección del Mineduc en el tema?
La actual gestión está comprometida en que la reforma educativa siga avanzando. A eso obedece que ahora ya se estableció la Licenciatura en Educación Intercultural con Énfasis en Educación Bilingüe, como parte de la profesionalización de los docentes.
¿Y hay participación de la sociedad civil y los centros de investigación en el proceso?
Sí, porque no se pueden dar pasos hacia delante sin la presencia, los aportes y reflexiones de la sociedad civil, que está principalmente articulada en el Consejo Nacional de Educación, aunque no se limita allí. La implementación, el desarrollo y el cumplimiento de las modificaciones nunca podrían ser cumplidos solamente por el Ministerio de Educación, cuyo papel es desarrollarlos y ejecutarlos, porque el sustento y su legitimación solo pueden venir de una participación social amplia y muy activa.
Perfil
- Viceministro de Educación Bilingüe e Intercultural
- Daniel Domingo López es el actual viceministro de Educación Bilingüe e Intercultural. Habla, lee y escribe en mam, su idioma materno, y en español.
- Es licenciado en Educación Intercultural Bilingüe por la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe de Nicaragua. Posee un doctorado en Educación con Especialidad en Mediación Pedagógica por la Universidad de La Salle, Costa Rica. Cierre de pénsum de la Maestría en Innovaciones Educativas de la Universidad de La Salle, Nicaragua.