“Con cada uno de ustedes hemos sembrado algo más que una matita, un bosque de esperanza a través de las letras”, manifestó Francisco Alejandro Méndez en su discurso de agradecimiento por el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias. La ceremonia, celebrada esta mañana en el Salón de Banquetes del Palacio Nacional de la Cultura, estuvo presidida por José Luis Chea, ministro de Cultura y Deportes, y contó con la participación de Francisco Morales Santos, jefe de Editorial Cultura, y Miguel Asturias Amado, hijo del nobel de literatura.
Como “muy emocionado” se confesó Francisco Alejandro Méndez luego de recibir la medalla y el pergamino que lo acreditan como premio nacional de literatura Miguel Ángel Asturias 2017. Durante su intervención, el escritor recordó sus primeros acercamientos con la lectura y cómo en algún momento se planteó concluir la obra de su abuelo, el también autor Francisco Méndez.
Méndez también recordó su época en Costa Rica, en la que buscó tener una referencia a los héroes de autores como Miguel Ángel Asturias. Eso, y conocer la realidad de los policías nacionales mientras se desarrollaba como periodista en nota roja, fue el origen del comisario Wenceslao Pérez Chanán. Su personaje bandera tiene un papel protagónico en Saga de libélulas, el libro que trajo consigo el galardón.
El escritor guatemalteco también aprovechó para destacar la riqueza literaria del país. “Si la literatura fuera futbol, seríamos pentacampeones del mundo; siempre hemos tenido autores importantes. De una u otra manera, somos herederos de una estirpe tan grande y tan inconmensurable que cuando vamos a otro país lo primero que dicen es: “el país de (Miguel Ángel) Asturias, de (Luis) Cardoza y Aragón, de (Augusto) Monterroso y de Luz Méndez”.
La ceremonia arrancó con la intervención de Miguel Asturias Amado, quien recordó a su padre, Miguel Ángel Asturias, justo en la fecha en que se cumplieron 118 años de su nacimiento y 50 de que fuera anunciado como premio nobel de literatura. La figura del Gran Moyas estuvo muy presente también en el discurso de José Luis Chea, titular de Cultura y Deportes.