Recientemente, las autoridades del Ministerio de Educación (Mineduc) acudieron al Organismo Legislativo para presentar los logros que justifican la petición de que el presupuesto de la cartera sea incrementado en Q860 millones; es decir, un 6 por ciento, que vaya de Q13.9 millardos a Q14.8 millardos.
Entre los argumentos se cuenta que la ejecución de fondos en la dependencia sobrepasará el 90 por ciento este año, que se han establecido y respetado prioridades de trabajo y planificaciones, y que todo se ha integrado en un sistema de cumplimiento del compromiso presidencial con elevar la calidad de la instrucción.
Y ahora el encargado del Mineduc, Oscar Hugo López, da a conocer otro indicador de éxito, no solo de la optimización de los servicios estatales, sino de la cohesión de la comunidad educativa, en función del estudiantado.
De acuerdo con el funcionario, este año el ciclo escolar, que finaliza el 27 de octubre, alcanzará, en promedio, la cifra histórica de 184 días efectivos de clases, en los planteles públicos del país. El año pasado fueron 177.
Un primer elemento por destacar es la relación de compromiso entre la administración y la docencia, que contribuyó a que no hubiera suspensiones prolongadas de las actividades lectivas, pues habrían interferido con el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Un segundo factor importante fue el establecimiento de lineamientos desde el ámbito central a las Direcciones Departamentales de Educación, en el sentido de que se tomaran las decisiones pertinentes para cumplir con la meta de las 180 jornadas, como mínimo.
De esa cuenta, en algunos centros de instrucción de áreas afectadas por acontecimientos de la naturaleza, como lluvias o sismos, en acuerdo entre padres y maestros se tomaron medidas de asistencia extraordinarias, para cumplir con el indicador de tiempo, pero también con la obligación de agotar los contenidos de los diferentes pénsum.
Asimismo, para no arriesgar a los estudiantes, se sabe que en algunos lugares se ejecutaron programas a distancia para ajustar el calendario de enseñanza.
Con estas acciones y resultados, el sector educativo se coloca a la vanguardia con una gestión dinámica y oportuna, en respuesta a uno de los intereses más grandes del Estado guatemalteco: dotar a toda la población de oportunidades de desarrollo.