La Revolución del 20 de octubre de 1944 también dejó beneficios para el deporte nacional, pues a raíz de esta se creó la autonomía del deporte por medio del artículo 92 de la Constitución Política de la República.
Se ordenó la creación de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala y se iniciaron los trabajos de construcción de la que hoy se conoce como Ciudad de los Deportes.
Los recintos deportivos Estadio Doroteo Guamuch Flores (antes Autonomía), gimnasios Teodoro Palacios Flores y Siete de Diciembre, así como la piscina y el Palacio de los Deportes, fueron los principales aportes que en 1950 albergaron los Juegos Centroamericanos, hecho sin precedentes en nuestro país.
También se logró la asignación del 3 por ciento del Presupuesto General de Ingresos Ordinarios del Estado, para distribuirse el 50 por ciento para el deporte federado por medio de sus organismos rectores, 25 por ciento para educación física, recreación y deportes escolares y el resto para el deporte no federado.